
P.D.: Queria poner una estrella de la muerte pero el potochof me ha traicionado
Retomando el hilo tras esta explicación, en el sistema global del planeta, el hombre está fuera del equilibrio por lo que para que este sistema vuelva a ser estable, ocurrirá algo que lo reestablezca. Llegados a este punto, el hombre puede cambiar para adaptarse de nuevo conforme al equilibrio y al curso de la vida o puede que se extinga en el intento de mantener las cosas como están.
Un cambio exige una evolución, algo implícito en la vida, como ya he dicho antes, y como es necesario que el hombre vuelva al curso de la vida, ha de evolucionar y cambiar. Normalmente los cambios son muy lentos, pero actualmente se exige un cambio rápido. En la Europa Antigua y en Oriente, el cambio estaba implícito en la sociedad, sin embargo, en Europa y Oriente medio esto cambió debido a las religiones fijistas.
Si nos damos cuenta, en este punto, también se ha formado un paradigma muy arraigado en la sociedad. Lamarck habló de la herencia y de los caracteres adquiridos aunque, según él, si una especie necesitaba cierta propiedad, la acaba obteniendo. Vease por caso las llamadas Jirafas de Lamarck: las jirafas alargaron su cuello debido a que los árboles de los que se alimentaban estaban cada vez más altos. Las jirafas de una generación se esforzaban por coger las hojas y la siguiente generación nacía con el cuello más largo. Posteriormente, si era necesario, las jirafas cada vez nacían con un cuello más largo debido a la necesidad de sus progenitores. Esto, como ya sabemos, es mentira, si un individuo necesita una cualidad no la desarrolla de la noche a la mañana. Cada especie actual es producto de un conjunto de mutaciones que han prevalecido sobre todas las demás. Pero eso Lamarck, no lo sabía.
Wallace y Darwin hablaron de la evolución. Sin embargo, de estos tres científicos sólo se recuerda a Darwin. Otros autores como Malthus que hablaba de cómo las poblaciones humanas se mantenían en equilibrio pues si no había recursos o había guerra, la cantidad de gente disminuía y el alimento volvía a ser suficiente para todos. Y en estos argumentos se basaron Darwin y Wallace para su teoría de la evolución mediante selección natural.
Las teorías de Darwin tuvieron mucho éxito entre la población debido a que aparte de una revolución científica también hubo una revolución social. Al igual que pasa en la naturaleza, en una ciudad, el animal más fuerte gana. Este es el caso de la burguesía incipiente de aquella época: eran los más fuertes económicamente por lo tanto, serían los que prevalecerían. En cierto sentido es verdad, pues la sociedad burguesa ha sido la base de la sociedad capitalista actual. Esto dio lugar a un paradigma, el Darwinismo ya que se acabó pensado que este término era sinónimo de evolución. Incluso, una vez explicadas con genética los orígenes de los pensamientos de Darwin, se pasó a llamar a la teoría Neodarwinismo.
Pero a pesar del éxito que tuvo entre la población por ser una idea nueva y revolucionaria, la comunidad científica y religiosa no estuvo de acuerdo con ella. La religión, por razones obvias, dijo que no era posible porque al hombre le había creado Dios a su imagen y semejanza y decir que el hombre venía del mono era un insulto a Dios. Y la comunidad científica embebida en las creencias de la Iglesia y con las ideas del Creacionismo, no lo aceptó y empezó la sátira contra Darwin.
En el pensamiento científico nunca hay que anclarse porque lo que se puede conocer es infinito. La ciencia no puede estancarse en una teoría, tiene que cambiar, como la vida, tiene que evolucionar apoyándose en lo anterior. En vez de tomar el Darwinismo como un dogma, hay que basarse en él para avanzar más y comprender cual es el verdadero origen de la vida y el motivo del cambio y de la evolución. O, en el caso del paradigma de la física Newtoniana, apoyarse en ella para llegar a nuevas fórmulas matemáticas y nuevas teorías que, cada vez, expliquen un poco más del universo.
Un ejemplo curioso de la evolución y el cambio es la sexualidad. Primeramente, existía la sexualidad bacteriana que es mucho más dinámica y con muchas variaciones constantes. Sin embargo, las bacterias al ser asexuales, cuando se dividen producen bacterias iguales a ellas. Esta variabilidad tiene su origen en el sexo bacteriano. El sexo bacteriano consiste en que las bacterias pueden establecer puente con otras bacterias y mediante ellos intercambiar material genético.
Pero, cuando surgen los organismos eucariontes, esta variabilidad desaparece porque ya no pueden forma puentes e intercambiar material. Sin embargo, cuando es necesario un cambio o las condiciones del medio son desfavorables, dos células se unen compartiendo material genético.
Y cuando surgen los organismos pluricelulares estas uniones se vuelven inviables por lo que comienzan a aparecer las gónadas sexuales. En este momento surge la idea muerte porque cada individuo es único y no va a poder haber otro exactamente igual lo que da muchas más variabilidad a la vida y mucha mayor esperanza de supervivencia a la especie. Esto es debido a que si tiene lugar un acontecimiento que reclama un cambio en la vida, al ser todos los individuos iguales, la supervivencia es mucho menor ya que si uno no tiene capacidad para sobrevivir al cambio, es muy probable que los otros tampoco la tengan. Pero, si son diferentes, algunos podrán sobrevivir por lo que permanecerán los más resistentes que luego darán lugar a una descendencia también resistente. Por eso, podemos decir que evolución, no es lo desarrollada que esté una especie si no lo adaptada que esté a su medio.
Las formas de reproducción de las diferentes especies son asombrosas. Por ejemplo, las plantas desarrollan toda una gamma de colores y olores en sus flores y diferentes formas que pueda atraer a los insectos que las polinizan. Y los machos de estos insectos, en gran número de ocasiones mueren por reproducirse. En especies algo más desarrolladas que los insectos, los machos no mueren y se reproducen varias veces. Sin embargo, el número de insectos es mucho mayor porque debido a su complejidad, tardan menos en reproducirse.
El hombre ha podido separar la sexualidad de reproducción. Se puede observar que, mientras en el resto de los animales, el macho ha de tener colores brillantes, plumas exuberantes, melena, fuerza, astas o cualquier cosa que le haga llamar la atención de la hembra. En el ser humano, al menos hasta ahora, la mujer debía ser el icono de deseo, es decir, debía preocuparse por su estética, ser bella según los cánones de belleza de la época, etc. Sin embargo, eso ahora debería estar empezando a cambiar si la mujer quiere que se la considere igual al hombre. Hasta hace cincuenta años, en el mundo occidental, la mujer sólo podía aspirar a trabajar en la casa y a cuidar de la descendencia. Sin embargo, poco a poco se ha ido abriendo camino en el mundo laboral y lo sigue haciendo. A pesar de ello, se siguen manteniendo algunos de los prejuicios, por llamarlos de alguna forma, sociales: la mujer sigue teniendo que ser el objeto de belleza, la mujer ha de ir bien vestida, maquillada, ha de ser perfecta. En cambio, el hombre si quiere, puede arreglarse y si no, no.
¿Por qué la mujer tiene este papel tan diferente del que tienen las hembras de otras especies?
Nota: este es un poco más largo porque no veía por donde cortar el tema
... Y esto, lleva a algo muy importante en la sociedad actual: el dinero. La grande y triste realidad es que el ser humano, en todo su potencial, en la mayoría de los casos sólo se mueve por dinero.
La vida del hombre se encuentra mucho más allá de la economía. La vida produce cambios a su alrededor, pero, ¿el hombre es capaz de hacer frente al cambio como animal inteligente? El hombre puede evitar el cambio en cierta medida con su tecnología pero llegara un momento que la Tierra se colapse e induzca un cambio a gran escala al que el hombre no pueda hacer frente; y la Tierra, volverá a estar en equilibrio. Por ello, el sentido de la vida humano, está ligado al del planeta ya que sin planeta, no habría vida.
La realidad es que el ser humano, se ha salido del ciclo de la vida, cada vez ha ido dejando más la vida, la naturaleza, de lado. Consume más de lo que debe, produce basura (cosa que no hace la naturaleza) y el hombre, en vez de cambiar él, cambiar su estructura, intenta que la naturaleza cambie y esto tiene sus consecuencias. Estas consecuencias son: el cambio climático, la escasez de recursos, la abundancia de residuos y un largo etc. El ser humano lleva produciendo cantidades ingentes de basura desde la revolución industrial. Antes también había basura pero las cantidades no eran ni mucho menos comparables. Aparte de que no había residuos no biodegradables prácticamente. La ciencia por un lado, nos ha traído desarrollo y una forma de vida mejor, pero estamos pagando un precio muy alto: el medioambiente. Sin embargo, y teniendo en cuenta el estado actual de desinterés general por el clima, la única que puede solucionarlo es la ciencia. Ha de solucionar el problema que, por su desarrollo ha surgido.
Si pasamos la vista por todo el desarrollo científico, desde la Antigua Grecia hasta la actualidad, podemos observar que del respeto y el estudio por la naturaleza se pasa a la situación actual. Podemos empezar con los presocráticos Heráclito y Parménides. El primero hablaba de que en la naturaleza todo se encuentra en continuo cambio, la naturaleza, es un fluir. En cambio, Parménides decía que el ser, lo intrínseco de cada individuo, no cambiaba nunca. Demócrito unió las dos teorías: el universo estaba compuesto por partículas indivisibles. Estas partículas no cambiaban, cambiaban las interacciones existentes entre ellas. Sin embargo, a partir de Sócrates, la filosofía tomó un carácter antropocentrista dejando de la do la naturaleza
Los romanos no desarrollaron la filosofía y el pensamiento, desarrollaron la técnica y en la Edad Media, no hubo prácticamente ningún avance en ninguna dirección y se perdió toda la filosofía Griega. Por suerte, se pudo recuperar gracias a los árabes y a La Escuela de Traductores de Toledo. Cuando termina esta época oscura del conocimiento comienza el Renacimiento donde el hombre es la medida de todas las cosas. En esta época es donde situamos a Copérnico y Galileo y donde comienza la revolución científica. A partir de esta revolución, sólo es ciencia todo aquello que pueda expresarse con matemática. Sin embargo, nadie es profeta en su tierra y, a Copérnico y Galileo, no les esperó nada más que el castigo porque sus teorías iban en contra de lo “religiosa y científicamente correcto”. Algo parecido pasa hoy en día: si un científico descubre algo nuevo y revolucionario pero que va en contra de “las bases de la ciencia moderna”, la comunidad científica se pone en su contra. Posteriormente Bacon asentará las bases del método científico y se separa la ciencia de la filosofía. A partir de este punto el hombre empieza a hacer lo que la técnica le permite y por ello, se intenta conocer la naturaleza para utilizarla y el hombre comenzó a consumir materia no renovable.
En resumen, podemos encontrar tres fases por las que ha pasado la ciencia: el conocimiento de la naturaleza, el conocimiento del hombre y el conocimiento de la naturaleza para que el hombre pueda utilizarla.
Posteriormente, Descartes sigue con el desarrollo científico: separa el cuerpo de la mente. La mente es la parte propiamente humana y el cuerpo es la parte animal. Estudió un conjunto, el cuerpo y la mente, por separado. Esto es muy similar al método de Newton que consiguió englobar toda la física conocida pensando que el tiempo era absoluto y, afirmando, que los hechos pueden estudiarse por separado y sumarse sus efectos. Con la Teoría Newtoniana se llegó a un escalafón en el que se podía medir todo.
Sin embargo, en el siglo XX con la Teoría de Einstein, se acabó con la certeza y se empezó a hablar de probabilidad que decía que el tiempo no era absoluto. Y con la matemática del Caos se llega a la conclusión de que lo importante son las relaciones existentes entre las diferentes partes del problema por lo que no pueden separarse y sumarse sus efectos.
Pero a pesar de estos descubrimientos, el paradigma científico actual es el método de Newton. La física Newtoniana está embebida en la sociedad, es algo intrínseco. Se piensa que con la física se puede explicar absolutamente todo lo que ocurre en el universo y eso, no es verdad, cada mínimo hecho depende de infinitas variables de las que, incluso, puede que no conozcamos alguna. Además, aunque se conocieran todas las variables necesarias para predecirlo todo, puede que no se produzca. Por esos se habla de probabilidad. Siempre es posible que ocurra cualquier cosa en contra de toda probabilidad por eso, la probabilidad no va a ser nunca del cien por cien. En cuyo caso, siempre existen sistemas más o menos equilibrados. Cuanto más equilibrado esté un sistema, se puede predecir mejor hasta cierto punto que va a ocurrir.
Retomando el hilo tras esta explicación, en el sistema global del planeta, el hombre está fuera del equilibrio por lo que para que este sistema vuelva a ser estable, ocurrirá algo que lo reestablezca. Llegados a este punto, el hombre puede cambiar para adaptarse de nuevo conforme al equilibrio y al curso de la vida o puede que se extinga en el intento de mantener las cosas como están.
Carlos Sáez es el Presidente de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia-Ficción y Terror (AEFCFT) y de Avant. Aprovechando que estos días se encuentra por Burjassot organizando la Hispacón, que se celebra del 9 al 12 de octubre, hemos ido a visitarle para que arroje luz sobre ese mundo tan desconocido para muchos: el de la fantasía.
¿En qué consiste exactamente la Hispacón?
Es un congreso nacional del género fantástico en todas sus expresiones. Se hacen ponencias, exposiciones, mesas redondas... Es una excusa para reivindicar una vez al año la literatura del género fantástico y pasar unos días juntos los miembros de las asociaciones.
¿Cuál es el objetivo de este año?
Este año, nuestra intención era reivindicar el fantástico valenciano. Porque aquí tenemos una gran tradición... Nuestros invitados de honor son Pilar Pedraza, una clásica del terror; Juan Miguel Aguilera, el autor más traducido; Javier Redal; Paco Plaza, el director de Rec; Laura Gallego y Paco Roca, un ilustrador.
¿Todos españoles?
También nos visita un escritor búlgaro, Khristo Poshtakov. Nos interesa mucho porque este género era muy duro en el bloque de los países del Este y ahora parece que se está revitalizando otra vez.
Últimamente, España se está abriendo más a la fantasía y ya no se ve tanto a sus seguidores como "raritos"... ¿A qué se debe?
Sí, sí. Tienes toda la razón. El cine ha sido fundamental para el género. Películas como Matrix abrieron la ciencia-ficción a un público muy grande. Pero algunos fenómenos literarios han contribuido también a esta normalización. Harry Potter ha sido el que ha dicho se puede hacer fantasía para iniciar a los chavales a leer. Como aficionado al género, ver colas de chavales haciendo colas en España para comprar un libro...
¿El fenómeno Potter fue el germen para la recuperación de clásicos como El señor de los anillos?
Sí. Yo he estado muchos años en la sociedad Tolkien y llevábamos muchos años intentado promocionarlo. Y de repente, con el estreno de la película y el éxito de la Saga Potter, muchos decidieron rescatar la novela. Harry Potter ha abierto la puerta a todas estas cosas. Ahora, hay un resurgimiento de Canción de hielo y fuego, que también va a hacer la HB una serie.
"Antes se pensaba que la fantasía era para niños
y ahora hay gente adulta leyendo Harry Potter en el metro"
Entonces, ¿la TV y el cine han sido más aliados que enemigos del libro?
El cine y la televisión le han dado un hilo de respetabilidad a estas obras. Es curioso, siendo muy críticos con las adaptaciones que hacen, tenemos mucho que agradecerles. Nos han abierto nuevos mercados. Antes se pensaba que la fantasía era para niños y ahora hay gente adulta leyendo Harry Potter en el metro.
¿Y por qué cogió tan mala fama el mundo de la fantasía a mediados de los '90?
El caso contrario fue cuando se dio tanto boom a los asesinos del rol. Yo siempre digo lo mismo. Una mente enferma es una mente enferma. Es un poco más fácil porque viven en un mundo fantástico en el que hay gente disfrazada con espadas... Pero bueno... Hizo mucho daño, pero más que nada por desconocimiento.
"Veo excesivo que alguien vaya a ver una
película con una espada de verdad"
¿Qué es lo más curioso que has llegado a ver en el mundo de los cosplay (disfraces)?
La gente nos relaciona con los cosplay, pero es algo independiente a ser lector. Lo que pasa es que mucha gente que lee fantasía también se disfraza. Y claro, al llamar más la atención, es la imagen que se proyecta. Nosotros organizamos con Aurum la presentación en Kinépolis de El señor de los anillos y les recordamos que podían pasárselo bien, pero teniendo en cuenta que va más gente al cine. Veo excesivo que alguien vaya a ver una película con una espada de verdad.
¿Y qué opina de los que aprenden el idioma élfico? ¿No podrían invertir ese tiempo en aprender un idioma igual de difícil como el ruso?
No lo veo mal porque es un idioma que existe. Tolkien lo desarrolló porque era filólogo y quería una lengua para vestir una epopeya mítica para su Inglaterra. Hay gente que lo estudia y lo desarrolla. Sería más útil el ruso o el chino, pero los aficionados no lo enfocan como algo profesional. El aficionado a la ciencia ficción está muy involucrado. Es como un fan de fútbol. Defiende a muerte su afición.
Noticia extraída de Kallejeo.com
Yo a esto sólo quiero añadir una frase de Asimov que ví en StarGate hace muchos años y que me impresionó
Las historias de Ciencia Ficción, individualmente, pueden parecer triviales a los pensadores y filósofos de hoy en día. Pero el núcleo de la Ciencia Ficción es el único camino a la salvación ,si es que vamos a salvarnos después de todo.
Esta gente, es consciente de que el ser humano, dentro de su misticismo, su razón o, por llamarlo de alguna forma, desde su posición privilegiada de conciencia, sabe, indirecta o directamente que el ser humano es un animal social.
En la naturaleza podemos encontrar que muchos animales forman grupos como los leones, los elefantes, algunas aves e incluso algunos insectos. El ser humano es uno de estos animales pero en muchos casos no tiene conciencia de grupo. A pesar de ello, el ser humano, eligió vivir en comunidad y convertirse en animal social para prosperar. Esto nos hace pensar que como conjunto, somos mucho más fuertes que por separado pero no sabemos ponernos de acuerdo para luchar por algún objetivo en común. En mi opinión, el ser humano debería tener conciencia de raza. Y de esta forma acabarían los conflictos entre los diferentes países por la supremacía mundial. En cualquier caso, al hombre le es muy difícil vivir en paz, siempre crea conflictos de cualquier tipo con sus semejantes porque intenta siempre imponer sus criterios y, si no lo consigue, utiliza la fuerza.
Sin embargo, desde que se nace ya se pertenece a un grupo determinado de gente que tiene unas características particulares que les diferencian del resto. Se pertenece a una familia, a un barrio, a una ciudad o pueblo, a un país, a un continente, etc. Después a medida que el individuo se desarrolla puede elegir formar parte de otros grupos: un instituto determinado, de una universidad, una tribu urbana, un partido político, etc. A mi modo de ver, estas clasificaciones hechas por el propio ser humano no son más que una forma que tiene el individuo de rodearse de gente que opina lo mismo que él para encontrarse más integrado. Y es que, el ser humano necesita integrarse en alguna de estas clasificaciones.
Pero, esto nos lleva a plantear si el ser humano es libre de elegir. ¿Siempre o sólo en ciertos casos? Subjetivamente, el ser humano es libre, puede elegir ciertas cosas, pero objetivamente no, necesita pertenecer a algo, seguir unas normas sociales; ya que, si no las siguiera no podría estar en la sociedad y el ser humano, si esta completamente solo, no es feliz. Entonces, es cuando aparecen los grados de libertad: un individuo no puede elegir en que familia vivir pero si puede elegir su partido político. Sin embargo, todas las influencias cuentan. Cada individuo se clasificará a si mismo dentro de un grupo según sus vivencias. Como decía Ortega “Yo soy yo y mi circunstancia”, es decir, cada persona se desarrolla de una forma por los acontecimientos que le ha tocado vivir. Esto nos plantea que incluso la gente que afirma que no es de ningún grupo, ya forma parte de uno, del grupo de los que no quieren ser de ningún otro, la corriente de los anticorriente.
Pero, como todo, tienen su punto bueno y su punto malo. Como parte buena: el individuo se siente más integrado en un ámbito y nos ayuda a darnos cuenta la diversidad humana acerca de un mismo punto. Por ejemplo, hay montones de tipos de música y la gente se clasifica según que música le gusta. También podemos pensar en toda la diversidad de partidos políticos existentes, en modos de vestir, etc. Sobre cualquier punto van a salir múltiples opciones.
Sin embargo, por otro lado, también está la parte mala. Tanta diversidad y el deseo de la gente de clasificarse de una forma u otra, lo único que hace es que el ser humano, como tal, pierda cohesión. Somos una gran manada que, si actuara junta, podría llegar mucho más lejos de lo que está llegando actualmente. Esto es debido a que, dentro de sus características, el ser humano es muy competitivo: cada individuo piensa que su “grupo” o su “clasificación” es la mejor. Por ejemplo, un individuo quiere que su partido político gane porque es el mejor, o que su país sea el más desarrollado porque tiene mayor potencial. Y esto, lleva a algo muy importante en la sociedad actual: el dinero. La grande y triste realidad es que el ser humano, en todo su potencial, en la mayoría de los casos sólo se mueve por dinero.
Sin embargo, Dios ha ido perdiendo poder y, como decía Nietzsche, ha sido sustituido por la razón que se alza triunfante en su trono. La razón, de ser un instrumento del quehacer científico, ha pasado a ser el dogma por excelencia. La gente no piensa que haya que razonar, lo cree. Por esa misma razón, la ciencia es ahora lo que Aristóteles significó para el cristianismo, el criterio de autoridad que le da veracidad a todas las afirmaciones. Si algo está científicamente probado y demostrado, es cierto. ¿Por qué el supuesto enemigo de la religión, la poderosa ciencia que nos muestra la verdad en vez de tener que creer en ella; se ha convertido en lo mismo, una creencia? Los místicos de ahora son los científicos más inteligentes del mundo, los predicadores, los profesores, tutores, etc. El Libro: las leyes de la física, el ADN, las uniones de las moléculas, y un largo etcétera.
La respuesta a mi pregunta es relativamente sencilla, el ser humano necesita creer en algo para darle sentido a su existencia. Si no es en Dios, es en la ciencia, en la moral, en la verdad o en un millar de cosas más. En mi opinión son varios estados por los que debe pasar el ser humano para llegar a algo más profundo, una especie de explicación del universo. Superada la religión, superada la ciencia y superado lo siguiente a ella, todas las ideas querrán prevalecer pero finalmente se combinarán y dará como fruto algo a lo que quizá podamos llamar verdad.
Sin embargo, para el ser humano la ciencia y/o la religión no lo son todo, de hecho, a gran parte de la población humana les interesa minimamente. Esta gente, es consciente de que el ser humano, dentro de su misticismo, su razón o, por llamarlo de alguna forma, desde su posición privilegiada de conciencia, sabe, indirecta o directamente que el ser humano es un animal social.
Continuará....
El Sentido de la Vida
Para buscarle un sentido a la vida, primero, habrá que saber qué es la vida. En el Diccionario de la Real Academia Española pone muchas definiciones, pero realmente ninguna acaba de convencerme. Quizá, para mí la que más se aproxime a lo que yo considero la verdad sea: Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un vegetal hasta su muerte. Bueno, sí, tiene razón, la vida es un período de tiempo durante el cual un ser desarrolla su existencia de una forma u otra. Sin embargo, hay muchas formas de considerar la vida. Podemos pensar en la vida como tal, la naturaleza, el azar, el nacimiento, etc., es decir, la vida como algo natural. También podemos mirarla desde el punto de vista del Yo, el ser humano que, inconscientemente siempre apunta hacia ese significado de vida: el conjunto de acciones y formas de comportamiento que tiene un individuo y su sentido, el que cada persona quiera darle. Esto también se refleja en el diccionario ya que al buscar vida una de las definiciones es: ser humano. Por otra parte, la religión, que se centra en que un Dios o varios han querido que sea todo así por lo que la vida es un plan maestro perfectamente estructurado.
Sin embargo, la vida es algo tan complejo que no podemos quedarnos con un solo significado, hay que verlo todo de manera general pues el Yo es muy importante pero no hay que cegarse con significados elevados y cuestiones metafísicas cuando lo que hay detrás: su origen, su forma y su complejidad; son mucho más importantes.
Personalmente, desde mi punto de vista, la vida mirada desde el enfoque biológico o evolutivo ayuda a buscar el sentido que pueda llegar a tener. La vida no se originó por voluntad de nadie, fueron un conjunto de características que se dieron y por azar, surgió la vida entre un montón de posibilidades. Bien podría no haberse dado, bien podríamos ser seres con unas características totalmente diferentes, sin conocimiento, no sociales y un largo etc. Pero lo cierto es que todos los seres vivos se agrupan en comunidades más o menos estructuradas por lo que podemos deducir que la sociabilidad es algo intrínseco y necesario de la vida.
Ahora que hemos llegado a la conclusión de que la vida es un conjunto de factores que se combinan de forma aleatoria para dar un resultado, podemos buscar su sentido. Podemos entender el sentido como objetivo, dirección o sentimiento como tal aunque esta última posibilidad sería algo más intrínseco al ser humano. Partiendo de esto podemos analizar las tres posibilidades.
El considerar la vida como objetivo nos lleva a pensar que la vida es objetivo en sí misma, es decir, el ser vivo tiene como objetivo vivir y generar más vida a su paso. Y esta vida tiene que cambiar, ser dinámica y de esta forma generar así diferentes organismos que cambiaran a su vez. Y todo se repite una y otra vez, el ciclo del cambio: algo cambia a otra cosa, esa otra cosa prolifera y finalmente cambia a una tercera; y así sucesivamente. En segundo lugar, si consideramos sentido como dirección, la vida, se dirige irremediablemente a la muerte, en todos los casos, de una forma más lenta o más rápida pero siempre acaba en ese destino final. Esto nos lleva a que la vida, tiene que ser finita. Al igual que se plantea en numerosos libros y en numerosas películas, para que la vida sea plena en su desarrollo, ha de acabarse porque si una persona posee algo que nunca se acaba, finalmente acabará por no darle el verdadero valor que se merece.
Por último, la vida como sentimiento. El ser humano es el único ser que está consciente de que está vivo. La pregunta, desde mi punto de vista sería, ¿el ser consciente de que está vivo, no le haría más infeliz, más vulnerable? Si un ser es consciente de que está vivo, también sabe que esa vida, llegará a su fin; y eso, le crearía cierta infelicidad. Si nos paramos a pensar, un niño, cuando es pequeño no es consciente de que va a morir. Sin embargo, ese sentimiento poco a poco llega a él y, como se suele decir, se va perdiendo poco a poco esa felicidad infantil, esa inocencia. Realmente, no existe ser más vital que un niño. En mi opinión, el sentido de la vida entendido como sentimiento es un tema que influye más al ser humano. Muchas personas no son completamente felices en su vida porque saben que algún día terminará y que gran parte de las cosas que hayan hecho no tendrán significado alguno. La vida consiste en aceptar que la muerte está ahí y que, aunque no se piense en ella, siempre va a estar. Sin embargo, la gente no se plantea que morir es muy fácil, vivir con ello es lo difícil. Parte de esta gente es simplemente infeliz, otra parte cambia de tema y una tercera parte se encomienda a una religión que le promete una existencia mejor después de la muerte, porque, ¿qué es la muerte? La no existencia, y, eso asusta al ser humano, el no existir, el no ser nada. En parte es por nuestra herencia cultural antropocentrista de mano sobretodo de las religiones, no podemos pensar en que nuestra existencia se acabe en el tiempo, no tenga significado. Así que, como primera conclusión, pienso que el sentido que pueda tener la vida del ser humano se basa en la aceptación de que tiene un tiempo determinado para vivir y que debe aprovecharlo ese tiempo en la dirección que elija.
Ante esta desazón, surge una importante respuesta: la religión.