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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Alicia en las País de los Psicotrópicos o Por qué sabemos que Lewis Carrol se drogaba




"-Un lado te hará crecer,


y el otro te hará más pequeña




-¿Un lado de qué?




-Del hongo, ¡tonta!"




Es bastante evidente que este matemático, conocido por sus cuentos infantiles acerca de lugares extraños, animales que hablan, objetos subrrealistas y razonamientos que nos rompen la cabeza, no estaba del todo en sus cabales... No al menos cuando escribía ciertas escenas del conocido libro.





Más concretamente, pensemos en la escena en la que Alicia habla con la señora oruga; y después de que esta se transforme en mariposa, la recomienda comer un cacho de seta para que la niña recupere su tamaño original.





¿Y si la seta a la que se refería la oruga (que de por sí fuma algo que se tranforma en peces y cocodrilos de colores) es la Amanita muscaria?





Esta seta venenosa, a la par que alucinógena genera muscarina; se trata de un análogo estructural de Acetilcolina, un importante neurotransmisor con receptores en el sistema nervioso, en el corazón y en otros lugares del cuerpo. La unión de muscarina provoca alteraciones tales como la disminución de las contracciones del músculo cardiaco, la secreción de numerosas glándulas del cuerpo e importantes efectos tanto en el sistema nervioso central como en el periférico.





Pero no es de esta droga enteógena (literalmente 'que te hace sentirte Dios') de la que yo quería hablar: Amanita muscaria también produce y contiene muscimol: se trata de un alcaloide agonista de los receptores GABA, gamma-amino-butíricos, implicados en las sinapsis neuronales. El muscimol tiene acciones sobre el sistema nervioso central: distorsiona las distancias y formas, lo que se conoce como Micropsia y Macropsia.








¿Qué significa esto? Es posible entenderlo como una explicación a los problemas de Alicia, que no paraba de crecer y menguar a lo largo de todo el cuento.
También es una manera de quedarnos más tranquilos pensando que Lewis Carrol era un yonki, como tod@s nosotr@s :)
[Debo agradecer la inspiración e información de esta entrada a mi profesor de Biología Celular. Gracias, hombre curioso]

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