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viernes, 22 de julio de 2011

Un mundo en cambio (I)

Voy a publicar otro trabajo de la asignatura de "El Sentido de la Vida". Se llama Un Mundo en Cambio y, en parte habla de los orígenes de la crisis económica. Como es muy largo lo publicaré en partes también. De nuevo: para fallos, los comentarios :)


La crisis económica.

La crisis económica que se está sufriendo en la actualidad a nivel mundial supone, a su vez, la crisis del Estado del Bienestar.  El Estado del Bienestar impulsa la producción, el consumo, la inversión y corrige los desajustes que se van produciendo; y una política social en la que se financian servicios sociales y se promueve el empleo a fin de mantener la productividad.

La crisis del Estado del Bienestar tiene origen a partir de los años setenta debido al comienzo de la globalización que se inicia con del mercado internacional y la incorporación de las nuevas tecnologías. La economía de las diferentes naciones se ha tenido que ir adecuando a estos cambios y por ello han adquirido altos endeudamientos. Como consecuencia, los niveles de protección social han disminuido ya que el Estado no poseía la potencia económica necesaria como para evitar que la crisis económica condujera también a una crisis social en el período de recesión.

Cuando el período de disminución del producto nacional bruto se prolonga más de seis meses, nos encontramos frente a una crisis económica que se puede considerar como la fase más depresiva de la evolución de un proceso económico recesivo. Entre los principales factores causantes de la crisis se encuentra el encarecimiento de las materias primas, una crisis alimenticia mundial, una elevada inflación planetaria.

En 2008 nos encontramos con una crisis crediticia e hipotecaria originada en Estados Unidos. La crisis estadounidense tiene sus raíces en agosto del 2007 cuando el sistema bancario no disponía de liquidez debido sobre todo a la burbuja inmobiliaria existente en Estados Unidos. Esto trajo como consecuencia la quiebra de muchos bancos, la caída del precio de las acciones y un anormalmente bajo precio del dólar. En septiembre de 2008 está situación se agravó y el Gobierno tuvo que intervenir con apoyo económico.

El fenómeno no tardó en expandirse por Europa siendo los primeros países afectados Dinamarca, Francia y Alemania. En octubre de 2008, se  decidió que todos los países proporcionarían protección económica a sus ciudadanos. La economía española en un primer momento evitó la recesión pero después sufrió una fuerte caída, la más grande de entre los países de su entorno. Entre éstas podemos destacar un fuerte crecimiento del paro en especial en el sector de la construcción  debido a que se dejó de invertir en la compra y venta de terrenos y viviendas; y un incremento en la población activa debido a la inmigración.

La crisis que nos afecta a nivel mundial y la búsqueda de culpables por parte de economistas y políticos, no lleva a ninguna parte ya que, en realidad, toda la sociedad es culpable aunque unos más que otros. Es un problema que viene de la burbuja inmobiliaria, del consumo vertiginoso de petróleo, del aumento del precio de los alimentos, pero también, del ansia consumista que mueve a las personas del hemisferio norte. Las soluciones que proponen y adoptan aun no dan resultados.

 Los grandes sectores de producción y financieros están inmersos en esta crisis como ya sabemos: bancos, aseguradoras, financieras, construcción de automóviles, etc.; que hasta ahora han sido los motores de la economía mundial se ven obligados a pedir ayuda y financiación a los gobiernos. La falta de dinero y de crédito han tenido como consecuencia la ruina de gran número de empresas y por consiguiente la pérdida de empleo de sus trabajadores. Sólo en España se calcula que a mediados de este año se llegue a los cuatro millones de parados (cerca del 20% de la población activa). Lo peor es que casi un millón de parados, en su mayoría inmigrantes, se va a quedar sin prestación de desempleo en breve plazo. Esta situación que ya estamos sufriendo va a generar un malestar social de consecuencias aun no calculables.

Los sectores que están siendo afectados ya por la crisis son muy diversos. Como ejemplos, podemos citar desde el deporte donde se van a suspender varias vueltas ciclistas clásica por falta de recursos (vuelta al País Vasco, a la Comunidad Valenciana y la subida al Montjuïc); pasando por el cine en el que se ha pasado de las grandes superproducciones al llamado cine de “usar y tirar”, es decir, producciones de bajo coste y sin grandes pretensiones; el turismo , uno de los sectores más tradicionalmente fuertes de nuestro país, en el que se prevé un descenso en la afluencia de visitantes este año; y acabando por la economía familiar que afecta e interesa a la mayor parte de la población y que ha pasado de ser una economía de consumo desenfrenado, a ser casi una economía de subsistencia. Es tanta la necesidad que las ONGs, parroquias y otras instituciones, piden ayuda directa a los ciudadanos un poco más fuertes económicamente que compartan con los menos fuertes. Únicamente es necesario prestar atención al aumento de personas que asisten a los comedores sociales. Estos son sólo algunos de los casos que se están dando actualmente, pero, existen muchos otros.

Los analistas económicos estadounidenses predicen que la crisis va a remitir a partir del 2010 y que al año siguiente, la mayor parte de los países estarán en vías de recuperación. Para paliar en parte la crisis se han adoptado por los Gobiernos varias medidas para potenciar la contratación, por ejemplo, el abaratamiento de los contratos. Otros países para hacerle frente a la crisis energética han recuperado el uso de la energía nuclear, como es el caso de Italia;  o la están volviendo a potenciar como en Suecia, Finlandia y otros países.  En el caso de Estados Unidos, el presidente quiere hacer frente a la crisis con un nuevo New Deal  tal y como se hizo en el Crack del 29 aunque hay muchos reticentes a que esta estrategia funcione.

La pérdida del empleo y el miedo de las personas que temen perderlo traen como consecuencia la reducción del consumo y el aumento del ahorro, lo que hace que el dinero no circule y no genere riqueza. De esta situación, como en todo problema, surgen los que quieren hacer negocio, bancos y aseguradoras. Los primeros quieren captar las nóminas y los ahorros de quien sigue trabajando, y los segundos intentan captar a aquellos que tienen algo para que lo aseguren y no lo pierdan.

Hay mucha gente que ha vivido siempre en estado de crisis, el problema, no está en los recursos disponibles si no en la forma de usarlos. La población del Primer Mundo se ha acostumbrado a vivir con mucho más de lo que necesita y esas cosas innecesarias ahora las considera imprescindibles para su vida cotidiana. Sin embargo, hay que cuestionarse su verdadero valor. Mientras que los sectores más ricos de la población pueden subsistir, hay personas, como por ejemplo los inmigrantes, que de primeras no tenían nada y ahora tienen menos y es en ellos en quien hay que fijarse para describir la verdadera crisis. Por ello, también resulta significativo el frenazo en seco de la inmigración además del retorno a sus países de origen de muchos extranjeros.

Con esta crisis se pone en peligro el conseguir el llamado desarrollo sostenible.

¿Es posible un desarrollo sostenible?

El término Desarrollo Sostenible, Sustentable o Perdurable surge en 1987 en la comisión Brundtland dirigida por la política noruega Gre Harlem Brundtland como fruto de los trabajos de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas

Podemos tomar como definición de Desarrollo Sostenible: Modelo de desarrollo orientado a hacer compatible el crecimiento económico de los pueblos con una adecuada conservación del medio ambiente y de los recursos naturales. Aspectos básicos suyos son la consideración  de que el desarrollo de unos países no se puede hacer a costa del empobrecimiento de los demás, y que las políticas económicas deben tener en cuenta los derechos de las generaciones futuras a disfrutar de las riquezas naturales.

Tal y como vemos en el diagrama, el ámbito del desarrollo sostenible se divide en tres partes: social, económico y ecológico. El equilibrio entre la potenciación de las tres partes conforma el Desarrollo Sostenible. Es muy difícil conseguir este equilibrio porque siempre hay personas que piensan que es necesario desarrollar una de las partes más que las demás dependiendo de la ideología que defiendan. Pongamos por ejemplo los ecologistas que reivindican un desarrollo cero, es decir, dejar de lado las actividades productivas que desconocemos si provocan o no un daño al medioambiente; o los liberales que defienden el aumento de producción pero  una reducción de deshechos. En cambio, el ecosocialismo afirma que si se quiere conseguir un desarrollo sostenible, el modelo capitalista no puede funcionar ya que está basado en un crecimiento ecológicamente insostenible.

Para que se pudiera llegar a un desarrollo sostenible, es útil observar lo que cada una de las tres partes debería cumplir:

Económicamente: Dentro de la política económica actual, hay que potenciar la capacidad financiera para que el desarrollo económico contribuya a la creación de empresas a todos los niveles.

Socialmente: Como consecuencia de esta creación de empresas y sus actividades, los trabajadores y toda la gente que depende de esas empresas (proveedores, clientes, etc.), así como las comunidades locales a las que pertenecen y la sociedad en general pueden cubrir sus necesidades básicas.

Ecológicamente: Para que estas dos actividades anteriores sean compatibles con la preservación de la biodiversidad y los ecosistemas, hay que analizar el impacto que producen tanto en el consumo de recursos como en la generación de residuos y emisiones.

Si no se consigue que ecológicamente sea viable una forma de desarrollo, los otros dos pilares del Desarrollo Sostenible no serán estables.

El medio ambiente se ha pasado por alto en el siglo XIX y gran parte del XX ya que durante la revolución industrial, la mayor preocupación era el crecimiento económico. Pero durante esta época tampoco había una preocupación social. Fue a mediados del siglo XIX cuando empezó a aparecer. Sin embargo, no fue hasta la segunda mitad del siglo XX cuando los países desarrollados comprobaron que su producción, al estar basada en combustibles fósiles finitos, no podría continuar al ritmo al que estaba yendo. Fue entonces cuando se pensó en utilizar energías renovables, sin embargo, muchas grandes empresas y multinacionales preferían y prefieren acabar primero con las llamadas energías no renovables y, luego, preocuparse por la falta de recursos ya que, en caso de que dicha falta nunca llegase a existir, las ganancias serían mucho mayores. Por tanto, a día de hoy, las energías renovables sólo cubren un porcentaje muy pequeño de las necesidades energéticas humanas. Debido a esta falta de recursos energéticos finitos y al poco desarrollo de las energías alternativas, podemos hablar de una crisis energética.

Uno de los principales problemas del desarrollo sostenible es la superpoblación ya que, de momento, no se ha conseguido un desarrollo equitativo, es decir, un desarrollo económico y social, en todas las partes del globo, mucho menos un desarrollo sostenible.



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